Militando el chiptune
13 diciembre, 2020
No se sabía cómo, cuándo o dónde, pero la gente clamaba fiesta chiptune nuevamente antes de terminar el 2020, y la movilización popular del conurbano del cyberespacio logró conquistar sus derechos a fuerza de barbijos y transistores bendeados.
Los motivos no eran nada infundados. Luego de haberse inaugurado el año 2020 con la tal vez mejor fiesta de Chiptune que se haya celebrado en Buenos Aires, la manija de sonidos electrónicos nativos del 8 bit iba creciendo en la misma medida que la extensión de la cuarentena.
Pero fundamentalmente, artistas y público de las escenas de arcade, chiptune y demoscene, querían despedir a Los Pat Moritas.
Une de les referentes de la movida chiptune en Argentina y latinoamericana, seguirá su expansión de conciencia ROM en el continente Europeo para democratizar el acceso a los 8 y 16 bits y conectar comunidades cyberpunks de la vía láctea unida.
Advertencia al/la lectorx: Esta crónica puede ser levemente distorsionada de lo realmente acontecido debido a la ingesta de bits en exceso de nuestro cronista Arleka.
La fiesta
Luego del set-up de sonido y preparación para el streaming de baratunes, Deadguy abrió la jornada performando remotamente a través de una consola SSH, haciendo tunneling en la dark web, para evitar el espionaje de las agencias de seguridad que combaten el activismo chiptune. Poco sirvió su hazaña hacker, nos enterariamos más tarde.
Wini Wini tomó control del stage poniendo glamour glitch y glitter a los transistores de juguetes chinos covidosos en un impecable set electro chiptunero utilizando solo hardware y juguetes bendeados.
Gede dio formalmente origen al subgénero de “micro chiptune” en una postulación teórica de live coding en tan solo menos de 256 bytes, de la cual ni Einstein hubiera entendido. En un claro homenaje a Floyd y las movilizaciones de #blacklivesmatter, nos recordó los cruces del chiptune con el Techno de Detroit originado por las comunidades afro americanas e hizo latir a la audiencia a 120 BPM.
PecsiMax entonces arremetió con cualquier vestigio, si es que quedaba alguno, de sonido de computadoras con excedentes de bits sub utilizados, e hizo total manejo de los 4 MHZ del game boy para llevar mentalmente a la audiencia dentro de epopeyas sonoras pixeladas. Habiendo saturado el máximo de señales cuadradas que el ancho de banda de tu cabeza pudiera absorber, Toni Leys siguió tecleando sus melodías bacheanas de chiptune y haciéndonos recobrar la fe en los sintetizadores digitales nuevamente.
El cronista que escribe esta nota aún tiene repitiendose la melodías ToniLeyeanas en la cabeza, y a partir de acá empieza a ser todo más confuso, ya que la audiencia entraba en un frenesí que anticipa la esperada aparición del chamán del chiptune, Los Pat Moritas.
Cuando el sacerdote pagano de los 8 bits ya se se encontraba en plena exorcización del manitú de automatismo sonoro del gameboy, hicieron aparición les tan temides activistas anti chiptune para recordarnos que desafiar el status quo de la tecnología implica cuestionar privilegios, y consecuentemente también enfrentarse al poder. La temida mata chiptune bebe, en modo boss del final de streets of rage, arremetió contra la fiesta resultando en un tan temido GAME OVER antes de lo esperado.
Arcades y futuro
Decir que puede haber una fiesta chiptune sin su componente arcade, es casi un oxímoron en Argentina, y sin dudar, el público necesitaba pasar de nivel, dirigiéndose en un viaje al mejor estilo de la ruta del bacalao pero por sus santuarios de Arcades portenio.
Luego de la primer parada en El Destello, otro grupo de chiptuners hardcore migraron como pudieron a finalizar la jornada a lo grande en el Arcade Club Social de la mejor manera que se puede finalizar una fiesta chiptune: jugando a flippers, bubble bobble, decenas de arcades y cervezas.
Si algo se puede deducir de esta fiesta de Chiptune es que el 2021 nos encontrará unides militando el Chiptune.
Hasta la victoria siempre, comandante chiptune Los Pat Moritas
hasta el chiptune siempre <3
Como vecina de Palermo me sentí completamente invadida e insultada. No me malinterpreten, yo también soy amante de la tecnología, siempre me aseguro de tener un mobile actualizado y, precisamente por eso, son años y años de arrojar equipos obsoletos a la basura para que venga un grupo de comunistas drogadictos a reproducir esos sonidos tan desagradables de baja resolución ya superados. Como si fuera poco, en el completamente inapropiado contexto de un viernes a las diez de la noche en un bar cerca de mi casa. Les ruego que reflexionen sobre sus prácticas y por favor pónganle más onda a la página, tiene muchas letras. Un saludo.