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Vandalism News, la magazine internacional por excelencia para Commodore 64, editó una nota sobre la Flashparty celebrada virtualmente en Argentina durante el 2020.

Flashparty es un evento basado en el modelo “demoparty” que tiene su origen en la sub-cultura de la demoscene.
La “demoscene” es un movimiento artístico que usa tecnologías informáticas a nivel muy eficiente e ingenioso para la creación de piezas de arte: código, animaciones, música y gráficos.
Una demoparty es la reunión de artistas en un lugar físico para presentar sus obras y participar en competencias que se dirimen por votación del público presente.

Siendo la primera vez que se celebra la mencionada Demoparty en formato 100% virtual, la misma permitio la participacion de mas de 700 personas que estuvieron viendo las producciones de artistas del codigo, chiptune, pixel art y text art de toda latinoamerica y el mundo. Un orgullo latino!

Podes bajar la revista de Vandalism desde el siguiente link, ademas de disfrutar excelente chiptune y pixel art como notas relacionadas a la demoscene.

Reproducimos a continuacion la nota en castellano:

El pasado 17 de julio se realizó la FlashParty 2020 edición online, la única demoparty latinoamericana, que tiene más de 20 años de historia y comienza a posicionarse como un encuentro entre una nueva camada de artistas del pixel, coders, chiptuneros, text artists y nerds de latinoamérica y el mundo.

Los inicios

Argentina es el 8vo país más grande en extensión del mundo, con apenas 40 millones de habitantes perdidos en el Cono Sur. Mundialmente es conocido por Maradona, Messi, el papa Francisco y Evita. Pero esos nombres poco le pueden sonar al nerd que lee Vandalism. Para ellxs, Argentina es el país de las mitológicas Drean Commodore 64 y la Flashparty (FP).

Flashparty, la primera y única demoparty de Latinoamérica, tuvo su primera edición en 1998, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. No podemos dar precisión sobre la dirección exacta de dicha party, porque un vecino aún está buscando a los organizadores, ya que estos se colgaron de su linea de telefono para tener acceso gratuito y pirata a internet. El pobre vecino aún está pagando en cuotas la factura dolarizada de una conexión dial up que nunca usó. De esa primera party, solo podemos decir que sucedió en el barrio de Villa Crespo, hubo 48 entries y unos 50 asistentes llevaron sus computadoras (PC + monitor CRT y otros dispositivos y computadoras) para conectar a la inestable red coaxial, que se caía cada vez que alguien se sumaba. Si, ya existía el cableado UTP pero esto es Argentina. 

La primera FP tuvo todos los condimentos dignos de una demoparty sudaca: uno no puede evitar ser un pirata fuera de la ley. Por eso, cuando hubo que trepar a techos para robar líneas telefónicas o usar cuentas hackeadas de ISPs a ninguno le tembló el pulso. Esto no deja de ser una declaración política, una línea de acción, una forma de apropiarse y utilizar las tecnologías. En ese momento, la demoscene latina, y Argentina en particular estaba profundamente imbricada con otras subculturas del underground informático tales como seguridad informática, software libre y anarco digitales, que aun en dia se mantienen. 

Luego de esa primera FP, se logró correrse de tanta ilegalidad, y entrar por el costado dentro del prestigioso Centro Cultural General San Martin (CCGSM), un icono de la cultura porteña. Aquellas parties, del 99 al 2007, fueron 100% gratuitas y de las más convocantes, llegándose a tener 100 computadoras conectadas en red. Decenas de nerds llegaban todo el tiempo a la party: los baños estaban atestados de larvas fumadores de sustancias, los organizadores saboteaban a las bandas que tocaban en salones aledaños para que su aburrida música de guitarras no opaque las competencias de ASCII art.

Las FP fueron ganando convocatoria en la escena porteña de la cultura digital alternativa, aunando a pixeleros, chiptuneros, coders y diversos nerds de las más variopintas especies animales. Lamentablemente, el 2007 marcó un punto de inflexión, ya que fue la última Flashparty hasta el 2018, cuando se retomó nuevamente. Nadie sabe con precisión qué pasó en esas épocas oscuras, pero creemos que fue el big bang Flashparty, que gestó empresas, grupos de activistas digitales, exitosos CTOs, drogadictos electrónicos, exiliados tecnológicos y la misma fundación de desarrolladores de videojuegos de Argentina, que dejaría oscilaciones en el cyberespacio por algunas décadas.   

Cybercirujas en el conurbano profundo

La siguiente FP se realizó en septiembre del 2018, con motivo de los 20 años del evento. Esta vez se obligó a lxs larvas a salir de la burbuja de la Capital Federal y se los movilizó hacia las extrañas y frías tierras donde se halla el Radio Club Almirante Brown, sede de la nueva FP. Alojados entre viejos equipos de radioaficionados, manuales de código morse y una gigantesca antena que recibe las transmisiones del cyberespacio, los concurrentes fueron ubicando sus computadoras y sus carpas en el patio. 

Aquellxs valientes que se animaron a tomarse un tren atestado de gente (COVID-19, quién te conoce), atravesando kilómetros de vías, pampa humeda repleta de tercermundismo y subdesarrollo, se encontraron con que quedarían varados allí todo el fin de semana. Una lluvia torrencial frenaría no solo la afluencia de nuevos participantes sino más aún, cualquier intento de escape por volver a la aburrida vida away from keyboard. Ojo, digamos todo: la lluvia también fue un aliciente para aquellos nerds finos que no pueden pasar tres días sin bañarse.

La vuelta de la FP vino a mostrar nuevamente la necesidad de un espacio que congregue a distintos colectivos que participan de la contracultura digital y no encuentran lugares donde reunirse a nerdear, fumar transistores y compartir nuevas producciones y piratería. En este sentido la FP siguió fiel a su esencia, mostrándose no sólo como una cueva de nerds e inadaptados digitales sino también como un espacio de resistencia política a la normalización de las subculturas informáticas. Dentro de las más de 666 entries que la FP acumuló en toda su historia, gran parte de ellas daban cuenta de cierto contenido político y social en un sentido amplio pero profundo. Pixeles en contra de la obsolescencia programada, entries protestando sobre fiscales asesinados por presidentes,  redes neuronales produciendo arte texto, código arte en plataformas extrañas e incluso demos sobre conflictos diplomáticos con lejanos países del sudeste asiático; esas y otras tantas entries explorando los límites de conocidas y no tan conocidas tecnologías son la norma dentro de la FP.

Latinoamérica y el mundo unidos por el pixel y el chiptune

El 2020 vio renacidas las esperanzas humanas de un cataclismo definitivo que termine liquidando la especie y deje solo en pie a nuestras queridas C64. Ante esta oportunidad única en la historia, la FP no quiso ser menos y mutó de un campamento nerd a una demoparty online. La organización se encontró entonces con la disyuntiva de elegir un idioma para el evento, se decidió que el objetivo era acercar la demoscene al público latinoamericano y por ese motivo la opción elegida fue hacer un evento online con comentadorxs que hablaran mayormente en español y explicaran de modo que resulte fácil de comprender para quienes se inician en la demoscene. Gracias a esta modalidad se logró convocar a una decena de coders, pixelerxs y chiptunerxs de toda latinoamérica, quiénes presentaron por vez primera una obra en una demoparty.

Flashparty 2020 fue un evento realizado sin apoyo económico privado o estatal de ningún tipo. El equipo de organización invirtió tiempo y esfuerzo propio para llevarlo adelante. Tanto la difusión, como el streaming, la recepción de obras, el diseño del sitio web, el diseño audiovisual, el diseño de diplomas, el soporte en el chat durante el evento, alojar y preparar el sistema de votación wuhu y otras tareas requirieron considerables dosis de dedicación. Antes del día del evento realizamos dos simulaciones de varias horas de duración para ensayar y probar los aspectos técnicos y de funcionamiento. 

Algunos desafíos que enfrentamos:

• Calidad y estabilidad de conexión a Internet menor a la normal en países más desarrollados, lo que nos llevó a elegir una resolución de 1024×576 para el stream y de emplear un servicio como twitch que tiene servidores en una zona geográfica cercana (Brasil).
• La necesidad de realizar un evento en español con gran parte de audiencia internacional, nos obligó a dar soporte en inglés y tener un sistema de votación y sitio web bilingües.
• Organizar y coordinar un evento sin reuniones presenciales entre lxs organizadores, tuvimos que utilizar videos y otros materiales para comunicar procesos y metodologías.
  

Además de esto, preparamos un evento con sets de música el día viernes mientras cerraba la recepción de obras a la medianoche, luego trabajamos durante toda la madrugada para dejar listos los bloques de video que iban a ser transmitidos horas después y verificar que no tuvieran errores. 

Un voluntario de la organización se ocupó del proceso de transmisión que incluyó el armado de distintas escenas en OBS studio con integración de scripts en LUA, un mecanismo para transmitir correctamente la teleconferencia, así como un sistema de feedback para que lxs comentadores puedan seguir el desarrollo del evento sin el delay propio de la transmisión por streaming. También tuvo que estar pendiente durante los tres días de que todos los aspectos técnicos del stream funcionaran y ocuparse de cambiar las escenas y los parámetros de audio y video durante toda la transmisión.

De esta manera, Flashparty comienza a posicionarse como la demoparty latinoamericana por excelencia, transformándose así en un semillero de nuevos artistas, coders y hacktivistas. Personas  que jamás se habían interesado por una demoparty o la demoscene se vieron interpelados por la afinidad lingüística y cultural, animándose así a mostrar sus obras y competir. De esta forma, FP Online resultó no sólo un éxito en términos de participación, sino también un quiebre dentro del evento y la organización. No se busca competir con la escena europea, sino más bien ampliar la demoscene con una comunidad muy grande y vibrante que busca crear y mostrar sus producciones con sus propios matices y modalidades.

Nuestro agradecimiento y saludos a todxs lxs lectores de Vandalism y aquellas personas que rescatan el valor de la experimentación y libertad tecnológica que tanto nos ha dado la demoscene. 

Nos vemos en tu próxima demoparty más cercana, y en Flashparty 2021!

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Categoria: chiptune | eventos | retro computing